Entre
los siglos XI y XIII se desarrolló un nuevo estilo artístico: el
románico.
Las
manifestaciones artísticas de esa época fueron esencialmente
religiosas. La arquitectura ocupó un lugar fundamental, mientras que
la escultura y la pintura se utilizaron esencialmente para decorar.
Las
iglesias solían construirse en piedra y los elementos esenciales
eran:
- La planta otorgaba una forma de cruz latina, con una o tres naves y el transepto. El lugar donde se cruzaban los dos brazos se llamaba crucero y se cubría normalmente con un cimborrio.
La
cabecera, el ábside, solía ser semicircular y, a veces, las naves
laterales se prolongaban y los rodeaban, formando la girola.
- Se levantaron bóvedas de cañón que se sostenían sobre gruesos muros y enormes pilares o columnas, unidos por arcos de medio punto.
- Para reforzar los muros, se adosaban sólidos contrafuertes a las paredes exteriores.
Las
ventanas eran estrechas y alargadas por lo que el interior de las
iglesias era muy oscuro.
- La torre-campanario solía estar exenta y servía para llamar a la oración o como torre de vigía.
- En algunos monasterios y en algunas grandes iglesias era habitual la construcción de claustros.
Iglesia de San Martín de Frómista(Palencia). |
Planta de cruz latina. |
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