Sheila tenía 5 años cuando su madre, Rebeca, denunció públicamente que la oposición de tres vecinos a instalar un ascensor en su edificio le obligaba a subirla y bajarla en brazos cada vez que tenía que salir de su casa, ubicada en un quinto piso
Aquejada de espina bífida, la niña tiene ahora 8 años y pesa 30 kilos, el doble que hace tres años. Sin embargo, la instalación del ascensor sigue paralizada por la oposición de estos vecinos, a pesar de que había incluso un proyecto constructivo: “Cada día debo subirla y bajarla un mínimo 4 veces para que vaya al colegio, pero tengo ya la espalda encogida y hay veces que tengo que dejarla sentada en el suelo de un rellano para descansar porque ya no puedo más”, relata esta madre de Valencia
Miko y Iosif
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